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Tengo, tengo, tengo (un clásico en el clase!)

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(Estamos esperando articulos de maestras is maestros de escuelas Waldorf! Envianos tú practica y experiencias de enseñar!)

 

Me gustaría compartir con vosotros parte de una de mis últimas lecciones de español en clase I

Nivel: Inicial, para niños entre las edades comprendidas entre los 6 y 8 años…

Objetivo: Aprender los días de la semana y vocabulario relacionado con la canción “tengo tengo” . Introducir el verbo tener. Siguiendo la pedagogía Steiner, busco reforzar las imágenes y acercar la lengua a los niños como una experiencia sensorial y la participación activa como una vivencia grupal e individual. tengotengo-tengo

He comenzado con la representación de una oveja en una cabaña. Elaboradas a mano con lana de oveja natural y material reciclado.  Mi idea, fue crear una atmósfera, como punto de partida, que los ubicara y trasladara, con la fantasía, a imaginar y relacionarse con la canción y el mundo de los animales en un clima primaveral, de una forma real,   partiendo de imágenes tridimensionales que podían ver, escuchar y palpar, además del sentido de ubicación e imaginación. Fue un momento muy agradable. Disfrutar la enseñanza les abre y prepara para el aprendizaje.

El periodo de trabajo oral y auditivo ofrece al niño la oportunidad de asimilar e integrar el lenguaje oral y familiarizarse con su ritmo y entonación. El niño debe ser capaz de utilizar el lenguaje de forma comunicativa antes de aprender a deletrear.

Seguidamente utilicé la canción tradicional, pegadiza y alegre, fácil de aprender:

“Tengo, tengo, tengo,

tú no tienes nada,

tengo tres ovejas en una cabaña.

Una me da leche,

otra me da lana

y otra me da queso

para toda la semana…”

Cantar, además de expresar alegría y diversión, les ayuda a conocer y aprender nuevas palabras, conjugar verbos, pronunciar correctamente, con ritmo, basados en la repetición. Les hace conectarse totalmente con su cuerpo y el lenguaje de una forma holística, participar con más confianza y desarrollar el sentido comunitario. Los niños repetían conmigo y en sucesivas clases serán ellos los que representen y canten la canción para el resto de la clase.

Algo que todos adoran es el sonido que hacen las ovejas en español, tan diferente del sonido que hacen en Inglés y todos nos convertimos al final de la clase en ovejas españolas, diciendo: “Bee, Bee” y caminando a cuatro patas por toda la clase.

Partiendo de la letra de la canción, les ofrecí trozos de queso, para favorecer la experiencia de aprendizaje con los sentidos restantes: el gusto y el olfato. Finalmente pudieron comprobar la utilidad concreta de la lengua aprendida, con el ejercicio de pedir cada uno su parte correspondiente…

  • ¿Me da queso, por favor?
  • SI, aquí tienes.
  • De nada.

Espero que os inspire esta reflexión de mi clase.

Un cordial saludo

Mari Carmen Postigo Alvarez

Kilkenny Steiner School. Ireland.

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